Nunca me había puesto a imaginar mi vida y a decidir como tiene que ser. Nunca la había visto desde arriba y me había dado cuenta de que era lo que faltaba, y arreglarlo. No elegí fechas, ni días, ni lugares, ni momentos; no elegí ni las personas.
No te elegí a ti. Y no es que no quisiera que estuvieras en mi vida, simplemente es que no te elegí, llegaste tú, sin avisar, como esos días de lluvia en los que tienes ciertos planes y ¡pum! se planta a llover y te desbarata los planes, de arriba abajo, como tú, que pusiste mi vida patas arriba.
Yo sí que tenía planes, ¡claro que tenía! ¡y desde hace mucho! tenía planeado salir, beber, reír, saltar, pasarlo bien, y sobre todo, nunca, nunca, hacer planes en primera persona del plural, ya que la vida me había enseñado que siempre salen mal.
Y entonces... llegaste tú, haciendo justamente todo aquello que me había planteado no hacer, cambiando un yo por un nosotros, cambiando mis días, mi monotonía... incluso me sorprendí a mi misma, quien me iba a decir eso, a mí, quien; yo... ya no era yo, realmente. Y ¿sabes? tuve miedo, tuve miedo de sentir, de dejarme llevar; tuve miedo de ser feliz... pero hasta ese miedo se convirtió en algo bonito, y es que contigo todo es más bonito todavía, porque fuiste tú quien me enseñaste en que hay que vivir el hoy, el presente, y ya mañana Dios dirá.
Y desde que estoy contigo, no me he planteado un solo día sin ti, no me imagino la simpleza de no escuchar tu voz, de no sentir tus manos, de no verte... y me sigue asustando, no sabes cuanto. Porque ahora sé lo que es querer a alguien de verdad, y siempre me negué a hacerlo. siempre lo evitaba, esquivaba al amor por todas las esquinas, pero me he dado cuenta que es muy distinto el sentir amor a el sentir amor por alguien en especial, porque ahora, me dan igual todos los planes que tuviera antes de ti, mis objetivos, porque solo me importas tú, y sé que es jodido de explicar, solo lo llegas a comprender cuando lo sientes, incluso es jodido de decir... pero estoy dispuesta a hacer todo lo que sea por ti y por esto que tenemos, y me da igual el mañana, lo que quede por venir, las dificultades que nos depare la vida, y las grandes decisiones que tengamos que tomar, porque si estoy contigo... nada puede salir mal.
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