viernes, 9 de septiembre de 2011

dime quien te hizo daño.

Una vida sin amor es incompleta, porque nadie es capaz de explicar lo que un simple sentimiento puede llegar a hacer en la vida de las personas. No hay cálculos, no hay tomas falsas ni ensayos. Querer es inevitable, te ayuda a crecer y ayuda a que otros crezcan. A veces las tristezas tienen que ver con las personas que se van y eso duele. En esos momentos juramos no volver a encariñarnos con nadie más y desde que conocemos a otros especiales olvidamos esa promesa que nunca llegaremos a cumplir. Y así es cómo vamos dejando huellas en el corazón de las personas y cómo éstas, a su vez, dejan huellas en el nuestro. Cuando alguien se va lloramos porque el corazón nos lo pide a gritos. No obstante, hay algo que me reconforta, cuando nosotros nos marchemos, en algún rincón del mundo, habrá alguien que llorará por el simple, pero a la vez complejo hecho de que ellos también nos quisieron.

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