3 o 4 minutos..
eso es lo que dura una canción.
En esos minutos, puedes cambiar completamente..
de sentirte bien, a ponerte triste, de sentirte normal,
a querer comerte el mundo.
Porque las canciones que te recuerdan a alguien, son las más especiales.
Las que nada más oír el principio, las primeras notas, hacen que te dé algo en tu barriga, que sin quererlo venga esa persona a tu cabeza, y lo único que quieres es poder estar a su lado, y besarle, y que te demuestre su amor hacia ti. Otras que te dan ganas de irte de fiesta, de saltar y reírte con tus amigas, que te hacen sentir guapa e importante.
Esas canciones mágicas, que inevitablemente nos encantan y nos las sabemos enteras, nos hacen sentir diferente.
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